La plataforma tecnológica GPAINNOVA es una de las 10 organizaciones que han recibido este año el distintivo Catalonia Exponential Leaders, que las reconoce como las empresas más disruptivas de Cataluña por parte de la Generalitat. Tras la ceremonia en la que se anunciaron los premiados, celebrada en julio en Barcelona, su CEO y cofundador, Pau Sarsanedas, conversó con Simone van Neerven, fundadora de ReBella, compañía dedicada a destacar el talento más innovador y rebelde de las empresas. Ambos directivos debatieron acerca de cómo afrontar el reto de la innovación y de cómo atraer la atención de clientes e inversores con productos y servicios disruptivos que aún no conocen.

Pau Sarsanedas: Simone, ¿dónde vives actualmente?

Simone van Neerven: En Ámsterdam. Espero regresar a Barcelona en octubre y venir más a menudo.

P. S.: ¿Te gusta Barcelona?

S. N.: Sí, es una ciudad atractiva para vivir, con un ecosistema empresarial interesante y que permite lograr un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.

P. S.: He estado recientemente en Tel-Aviv, y creo que es muy similar a Barcelona. Hay una cantidad increíble de empresas tecnológicas. Me sorprendió mucho las oportunidades que ofrece. Se están llevando a cabo muchos proyectos tecnológicos.

S. N.: Sí, algunos son muy complejos, como los que son para defensa.

P. S.: Fue muy interesante descubrir cómo funciona el kibutz [organizaciones cooperativas de carácter generalmente agrícola], donde los profesionales desarrollan proyectos que no tienen propietario, todos los participantes están al mismo nivel. Se basa en el co-working y es una forma realmente eficaz de garantizar un crecimiento rápido. Creo que valdría la pena aplicar esta estrategia en las grandes empresas. ¿En qué proyectos está trabajando actualmente?

S. N.: En Chanel, estoy ayudando a potenciar una mentalidad empresarial para la creación de valor. También estoy trabajando sobre innovación para una empresa holandesa.

P. S.: Es difícil. En el caso de GPAINNOVA, continuamos siendo una startup, por lo que a veces seguimos con acciones de push en vez de desplegar estrategias de pull. Tenemos que convencer a todo el mundo de que nuestras soluciones funcionan.

S. N.: Es agotador. Si pides permiso todo el tiempo, todo se ralentiza, pero lo cierto es que la gente tiene miedo de aquellas cosas que no son reales.

P. S.: Lo sabemos, pero las empresas necesitan liquidez para funcionar. Cuando contactamos con clientes potenciales para ofrecerles una nueva solución, su primera reacción es ponerse a la defensiva. La mayor parte de ellos quiere mantener el statu quo. Cuando intentas vender algo, al principio te dicen que no lo necesitan. No pueden decir no porque todo es positivo. Por eso, hay que trabajar mucho en estrategias de comunicación, intentando encontrar la manera de mantener el contacto con el cliente sin ser demasiado insistente. Estás vendiendo algo que los clientes aún no saben que necesitan. Además, tienes que convencer no sólo al presidente de la empresa, sino también a tu cliente final.

S. N.: Cuando sucede, hay que tener suerte, encontrar el momento y la persona adecuados. Es como el surf: si te topas con la ola demasiado pronto, no funcionará.

P. S.: Vender un producto es exigente. Creo en las personas que tienen la capacidad de hacerlo. Me gusta obtener resultados.

S. N.: ¿Cuál es vuestro objetivo?

P. S.: Queremos demostrar que somos la Tesla de Barcelona, hacer algo que fomente la confianza de los inversores en nuestro proyecto, evidenciar que estamos trabajando bien. A veces, la gente me pregunta por qué hacemos cada vez más cosas, y es porque queremos ser un unicornio.